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Siente AlborayaUna recopilación de pedacitos de sensaciones

De todas las personas que han pasado por nuestro pueblo y descubierto los infinitos planes que Alboraya ofrece, muchas nos han contado sus experiencias. Aquí te traemos una selección de breves historias para que te hagas una idea de lo que podrás vivir en primera persona cuando nos visites.

Alboraya en un díaCon la vida de ajetreo que llevamos hoy en día parecía imposible cuadrar una simple escapada. Pero al final conseguimos 24 horas enteras para disfrutar Alboraya. “Nos da tiempo de sobra” pensamos. Buscando y buscando posibles planes acabé hasta agobiada. ¡No nos daba tiempo ni de broma! Total, que reuní a la familia y nos pusimos todos en modo planificación a tope. Tras consultar mil y una fuentes conseguimos extraer lo fundamental y hacer un planning para ese viaje express al pueblo de la horchata.Amaneceres y tardeos frente al marViene la típica amiga, esa a la que parece que nunca se le acaba la energía, y te suelta como si nada “mañana te paso a buscar a las 5.30 para ver el amanecer”.Merienda a la frescaCuenta la leyenda que allá en la prehistoria, cuando caía el sol y se levantaba esa brisilla tan agradable, los dinosaurios más espabilados ya se recostaban en una piedra a la sombra a tomar la fresca.Pedalea en la huertaSomos de esas familias que se llevan las bicis en la baca del coche allá donde vayan, y no me avergüenzo de ello. Hemos llevado las bicis a los destinos más variados, pero pocos han sido tan placenteros como Alboraya.Alboraya en dos díasLlevábamos ya tiempo diciendo que teniendo Alboraya tan cerquita, teníamos que escaparnos a tomar una buena horchata algún día. Cuando ya por fin nos decidimos a ir, empezamos a buscar qué había por allí que mereciese la pena para antes y después de la horchata. Spoiler: agobio. Agobio de la cantidad de planes posibles que fueron saliendo conforme buscábamos. ¿Un día? ¡Já! Total, que tras media hora argumentándonos a nosotros mismos por qué ese día debía convertirse en dos, hicimos este planning que no recoge todísimo, pero no deja fuera nada de lo fundamental.El Ciclo de la HorchataCuando llegué a Alboraya y me presentaron la famosa horchata no pude evitar analizarla, pensar en su origen y composición. Esa curiosa bebida que no es leche ni se asemeja, que es dulce pero refrescante, con un toque algo terroso…Pequeños agricultoresAl haber crecido en un pueblo y vivir en la ciudad, siempre he pensado que hay cosas que a mis hijos les van a faltar. Un buen día, decidí que tenía que hacer algo para remediarlo. Así que los cogí, nos subimos al coche, y nos fuimos a la huerta de Alboraya a pasar el día.Alboraya en tres díasA día de hoy una escapadita de dos noches parece una encrucijada: que si vamos poco tiempo así que mejor desconectar y que no haya mucho para ver, que si ya que vamos que por lo menos haya algo, que si…Unas Fallas diferentesCuando pensaba en Fallas pensaba en las Fallas de Valencia capital. Una experiencia que merece la pena vivir, pero a las muchedumbras es algo a los que probablemente nunca me acostumbraré.Deportes AcuáticosLas ventajas de ser un culo-inquieto es que cualquier plan puede ser un planazo. Las desventajas es que cuando hay tantos planazos, elegir es un agobio.Paseando la historiaCuando piensas en Alboraya como un destino de playa, huerta y horchata, vas y descubres toda la cantidad de personajes ilustres que la historia del pueblo alberga.De compras por el centroPenúltimo día de vacaciones. Has disfrutado como nunca. Has descubierto Alboraya y te ha encantado todo lo que aquí has encontrado. No has tenido tiempo ni para acordarte de toda la gente a la que tanto quieres y a la que luego le dirás lo mucho que te has acordado de ellos.
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