Pensando, pensando...
Llevábamos ya tiempo diciendo que teniendo Alboraya tan cerquita, teníamos que escaparnos a tomar una buena horchata
algún día.
Cuando ya por fin nos decidimos a ir, empezamos a buscar qué había por allí que mereciese la pena para antes y después de la horchata.


Spolier: agobio
Agobio de la cantidad de planes posibles que fueron saliendo conforme buscábamos. ¿Un día? (06:55 -21:19) Ja!
Día 1

- Rutas por la huerta.
- Paseo por el casco histórico (a poder ser, con esa visita teatralizada de la que todo el mundo habla tan bien).
- Comida con vistas al mar en La Patacona.
- Disfrutar la playa de La Patacona de alguna de las mil maneras posibles: actividades acuáticas, tardeo con música en directo, chiringuitos…
- Merienda tipiquísima en una horchatería como Dios manda.
- Cena en La Patacona con su correspondiente vuelta por el paseo marítimo, Mare Nostrum, y por los clásicos chiringuitos.

Día 2
- Dar un paseo o darse un baño en la playa de Port Saplaya.
- Vivir la experiencia de comer en Alquería.
- Rutas por la Huerta o experimentar cómo se hace la horchata de primera mano con el taller de horchata.
- Merienda en una buena Horchatería (no puede faltar).
- Cena en La Pequeña Venecia (Port Saplaya).


