Empieza a desconectar
A día de hoy una escapadita de dos noches parece una encrucijada: que si vamos poco tiempo así que mejor desconectar
y que no haya mucho para ver, que si ya que vamos que por lo menos haya algo
, que si…

Bueno, pues aunque parezca un hito, por fin encontramos un sitio que permitía lo mejor de ambos mundos.
En Alboraya encontramos un paraíso para la actividad pero también para el relax. Un finde llenito de planes chulísimos pero con 0 estrés era viable y este fue el planing que lo hizo posible:


Día 1

- Rutas por la huerta.
- Comida en la playa de La Patacona con vistas al mar.
- Disfrutar de la playa de La Patacona (ya sea con actividades acuáticas o sentado en un chiringuito escuchando música en directo).
- Merienda en una buena horchatería (sí o sí).
Día 2
- Paseo o baño por Port Saplaya o, si nos cuesta decantarnos, una mezcla de ambas: paseo en motos de agua.
- Vivir la experiencia de comer en una alquería de la huerta.
- Tarde de chiringuito en chiringuito, y tiro porque me toca.
- Cena en "la Pequeña Venecia" (Port Saplaya).

Día 3

- Inmersión horchatera (porque para algo estamos en Alboraya): Orxata experience o taller de horchata.
- Visita al casco histórico (si pudiese ser, con la visita teatralizada).
- Comida mediterránea con vistas al mar en La Patacona.
- Chiringuiteo y playeo en La Patacona.



