En nuestras vacaciones a Alboraya, pasamos por la oficina de turismo para preguntar por algún folleto que funcionase un poco como guía y el feedback que nos dieron fue infinitamente superior: una visita guiada por los propios personajes relevantes vinculados a Alboraya (caracterizados, obviamente), siendo sus personajes quienes van contando la tremenda e intensa historia del pueblo (de la que no voy a hacer spoiler, pero la cual merece la pena escuchar).

Al final la experiencia salió imposiblemente más rentable, pues además de gratuita, acabó siendo algo así como un viaje en el tiempo lleno de historias interesantes que me acabaron llevando a la conclusión de que en ese pueblo hay un tremendo patrimonio y herencia cultural.