
La horchata es a Alboraya como la paella a Valencia. Se puede consumir en infinitos lugares del mundo, pero la auténtica, la tradicional, es la que se elabora artesanalmente, cada mañana, en los obradores horchateros de Alboraya entre zonas de cultivo y huerta.
Saludable, sabrosa, nutritiva, refrescante, única... son muchos los adjetivos que pueden acompañar a la horchata de la que sus elaboradores destacan, además, que es de origen vegetal, que no contiene ni gluten ni lactosa y que no se le conocen alergias. Chufas, agua y azúcar se funden en uno para crear esta maravilla de bebida que se ha convertido gracias a productores y horchateros en una seña de identidad no sólo del municipio de Alboraya sino de la Comunitat Valenciana y en todo el mundo.
La historia de la horchata se remonta a la civilización egipcia, pero fueron los árabes quienes expandieron el cultivo de la chufa (principal ingrediente) en el Mediterráneo. Como suele ocurrir, la leyenda es mucho más atractiva y sitúa el origen de su nombre en el momento en el que una joven dio a probar la bebida al Rey Jaume I, que preguntó qué era: “Es leche de chufa”, le dijo la joven a lo que el rey le replicó: “¡Aixó no es llet, aixó es or, xata!” (¡esto no es leche, es oro, chata!).

El hecho es que Alboraya cultiva chufas desde hace más de un siglo y la elaboración de la horchata artesanal se ha transmitido en el municipio como si de una herencia se tratara, de padres a hijos.
Hoy, esos predecesores, de la mano del Ayuntamiento, se han unido en el club de producto Alboraya Artesanos de la Horchata, que reúne a empresas y servicios que elaboran y comercializan no solo la bebida, sino experiencias vinculadas a su producción.
La localización en Alboraya es condición irrenunciable para ser anfitrión de este selecto club que también cuenta con embajadores, que hacen de prescriptores fuera del municipio. Que la bebida sea artesanal, que requiere elaboración diaria, y tenga como materia prima chufa con denominación de origen son otros de los requisitos.
Para no perdernos detalle sobre cómo se produce esta bebida refrescante, nos adentraremos en las experiencias entorno a este manjar líquido. Los meses recomendados para visitar los cultivos de chufa es de marzo a mayo, momento en que coincide la plantación de la chufa con el proceso de su secado de la campaña interior en las cambras (secaderos).
A partir de mediados de junio, si visitamos los campos, podremos observar cómo las plantas han germinado y veremos la parte superior. De noviembre a enero tiene lugar la fase de la recogida de la chufa, que se inicia mediante una quema controlada de la parte aérea de la planta y posteriormente, una cosechadora va abriendo la tierra y recogiendo los tubérculos de la chufa.
Un espectáculo mágico que podrás ver si realizas tu visita ese mes. Tras la recogida progresiva, se hace el proceso de secado de la chufa en lavaderos industriales.
Pero, por supuesto, la Orxata Experience no es solo el proceso de plantación y recolección. A lo largo del recorrido, tienes la posibilidad de descubrir los mosaicos que componen las huertas y sus cultivos tradicionales, alquerías, ermitas, típicas barracas valencianas y casas de labradores. Otro de los atractivos es el Museo de la Chufa y la Horchata, en el que aprenderás las nociones básicas para preparar una horchata artesana.
Ahora que ya conoces todo el proceso de cultivo de la chufa, te invitamos a saborear una deliciosa y refrescante horchata en alguna de las horchaterías de Alboraya, mientras la acompañas de unos exquisitos fartons. ¿Te unes a conocer todo lo que hay detrás de este manjar?

